LA AVENIDA 24 DE MAYO: UNA OBRA PROMETIDA, ABANDONADA Y SIN RESPUESTAS En el año 2019, la actual senadora Nacional Florencia López junto a su Hermana y actual intendente del Departamento Arauco, anunciaba con entusiasmo que la obra de asfaltado e iluminación de la Avenida 24 de Mayo estaba a días de culminarse. Con un total de 2200 metros proyectados, esta obra prometía ser un hito para el Departamento Arauco, marcando al gobierno como el primero en concretar una infraestructura largamente esperada por la comunidad. Sin embargo, seis años después, la realidad dista mucho de aquel anuncio. Hoy, en 2025, la avenida más transitada de Arauco presenta un panorama desolador: sin iluminación, con baches y en condiciones deplorables. Los vecinos, indignados, deben recurrir a programas radiales para que sus reclamos sean escuchados. Solo entonces, y tras meses de espera, el municipio envía maquinaria para “nivelar” la calle, una medida que, según los residentes, no es más que un parche temporal que agrava el deterioro de la calle de tierra. “¿Qué pasó con los fondos destinados a esta obra?” es la pregunta que resuena entre los habitantes de Arauco. Los presupuestos anuales del municipio continúan detallando partidas para completar la Avenida 24 de Mayo, pero los avances son inexistentes. En cambio, lo que sí se multiplican son las inauguraciones simbólicas y las fotografías oficiales, que contrastan con la falta de resultados visibles en el terreno. Mientras los vecinos exigen respuestas y soluciones concretas, el municipio celebra con bombos y platillos cada operación de nivelación como si fuese un logro. Sin embargo, la comunidad observa con creciente escepticismo cómo esta emblemática avenida, que alguna vez fue símbolo de progreso, se convierte en un recordatorio de promesas incumplidas y fondos que, según ellos, “se esfumaron”. La historia de la Avenida 24 de Mayo es un llamado de atención sobre la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión pública, temas que la comunidad de Arauco insiste en poner sobre la mesa. ¿Llegarán las explicaciones que tanto se esperan? ¿O seguirá esta obra siendo el ejemplo más visible de la desidia gubernamental?